“Saber que
estamos hablando”. Cuando estaba leyendo la lista con las distintas
experiencias ésta no me pareció nada interesante, pues se trata de algo tan
normal y cotidiano como es la comunicación.
Sin embargo le eché otro vistazo a la lista y decidí decantarme por
esta.
Los
personas somos seres sociales por ello tenemos la necesidad de comunicarnos con
el resto. La comunicación constituye el elemento más importante en el
desarrollo de las relaciones que establecemos en nuestra vida. Pero nunca os
habéis preguntado ¿Cuántas veces nos percatamos de que estamos hablando?
Si nos
fijamos la mayoría de las veces que entablamos conversación con alguien lo hacemos
de forma inconsciente, pues como hemos dicho comunicarnos es fundamental y
necesario.
Esta mañana
estaba en el coche con mi madre y pensé que ésta era una ocasión perfecta para
llevar a cabo mi experiencia. Antes de decir nada anduve buscando las palabras
adecuadas para iniciar mi conversación, posteriormente quité la música y me
dispuse a ello.
Durante el
primer momento analicé cada palabra que pronunciaba e incluso tenía que
quedarme callada un rato para pensar qué podía decir. Sin embargo, conforme la conversación
se fue desarrollando no pensaba en mis palabras puesto que estaba prestando atención
a lo que mi madre me contaba, no a lo que yo debía decir.
Después me
puse a prueba con mi hermano, para ver si ocurría lo mismo y efectivamente
volvió a suceder. En este caso al principio de la conversación incluso tuve que
permanecer en silencio más tiempo pensando en mis palabras, pero finalmente
acabé sin darme cuenta de que estaba hablando.
Con esto podemos llegar a la conclusión de que no podemos controlar una conversación,
resulta imposible analizar cada una de las palabras que salen de nuestra boca, ya que no solo tendríamos que concentrarnos en nuestras palabras sino en las del receptor también.
Debemos dejarnos llevar por nuestras emociones y dejar fluir la conversación,
si pensáramos en todo lo que decimos la comunicación no sería una necesidad sociable
del ser humano sino un mero proceso que impediría la expulsión de nuestros
sentimientos: resulta imposible hablar si pensamos en ello.