lunes

EXPERIENCIA: Saber que estamos hablando



“Saber que estamos hablando”. Cuando estaba leyendo la lista con las distintas experiencias ésta no me pareció nada interesante, pues se trata de algo tan normal y cotidiano como es la comunicación.  Sin embargo le eché otro vistazo a la lista y decidí decantarme por esta.

Los personas somos seres sociales por ello tenemos la necesidad de comunicarnos con el resto. La comunicación constituye el elemento más importante en el desarrollo de las relaciones que establecemos en nuestra vida. Pero nunca os habéis preguntado ¿Cuántas veces nos percatamos de que estamos hablando?


Si nos fijamos la mayoría de las veces que entablamos conversación con alguien lo hacemos de forma inconsciente, pues como hemos dicho comunicarnos es fundamental y necesario.

Esta mañana estaba en el coche con mi madre y pensé que ésta era una ocasión perfecta para llevar a cabo mi experiencia. Antes de decir nada anduve buscando las palabras adecuadas para iniciar mi conversación, posteriormente quité la música y me dispuse a ello.


Durante el primer momento analicé cada palabra que pronunciaba e incluso tenía que quedarme callada un rato para pensar qué podía decir. Sin embargo, conforme la conversación se fue desarrollando no pensaba en mis palabras puesto que estaba prestando atención a lo que mi madre me contaba, no a lo que yo debía decir.

Después me puse a prueba con mi hermano, para ver si ocurría lo mismo y efectivamente volvió a suceder. En este caso al principio de la conversación incluso tuve que permanecer en silencio más tiempo pensando en mis palabras, pero finalmente acabé sin darme cuenta de que estaba hablando.

Con esto podemos llegar a la conclusión de que no podemos controlar una conversación, resulta imposible analizar cada una de las palabras que salen de nuestra boca, ya que no solo tendríamos que concentrarnos en nuestras palabras sino en las del receptor también. Debemos dejarnos llevar por nuestras emociones y dejar fluir la conversación, si pensáramos en todo lo que decimos la comunicación no sería una necesidad sociable del ser humano sino un mero proceso que impediría la expulsión de nuestros sentimientos: resulta imposible hablar si pensamos en ello.

El sentido del olfato


EL OLFATO

Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción, y permiten percibir lo que está a nuestro alrededor, así como determinados estados internos del organismo.

En esta entrada nos centraremos en el sentido del olfato. Como sabemos el olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Probablemente el olfato es el sentido más antiguo y está mucho más desarrollado en los animales ya que a través de él encuentran su alimento, detectan sus depredadores y ubican su hábitat.









El sentido del olfato es el encargado de captar los olores que nos rodean, convertirlos en impulsos nerviosos y transmitirlos al cerebro para que los interprete.

En la parte interna de la nariz, es decir, en las fosas nasales, se encuentra la mucosa olfativa o pituitaria, de la que sale el nervio olfativo.

Los cuerpos que producen olor desprenden una serie de partículas que entran por la nariz se pegan en la mucosa del interior y se transforman mediante una reacción química en impulsos nerviosos que a través del nervio olfativo llega al cerebro. El cerebro reconoce la sustancia que olemos.

El olfato es el primero en advertirnos de un peligro como el humo de un incendio o las emanaciones de gases peligrosos. Es algo que no vemos pero que en pocos minutos puede ser letal. A este sentido nunca se le ha dado mucha importancia, pero nos permite distinguir entre 2000 y 4000 olores distintos.

Este sentido interviene de manera decisiva en nuestras experiencias: crecemos relacionando algunos olores con emociones. De ahí que haya olores que pueden evocarnos una situación pasada con mucha mayor exactitud e intensidad que la vista o el oído.